“Emigrar es desaparecer para después renacer;
inmigrar es renacer para no desaparecer nunca más”.
Samí Naïr
Cuando alguien decide emigrar, deja atrás el lugar que le vio nacer, los lugares que construyen los recuerdos de toda una vida; deja atrás sus costumbres, sus tradiciones, su cultura; deja atrás a familia, amigos, a personas muy queridas. Deja atrás todo esto, sabiendo que pasará mucho tiempo hasta que pueda volver a verlo; en algunos casos, jamás.